viernes, 27 de septiembre de 2013

LA HORMIGA Y LA PALOMA





Una hormiga iba andando cuando, de pronto, se paró.
-Tengo sed – dijo la hormiga en voz alta.
-¿Por qué no bebes un poco de agua del arroyo? - dijo una paloma - . El arroyo está cerca. Pero cuidado no caigas en él. La hormiga fue al río y comenzó a beber. Una ráfaga de viento la arrojó al agua.


- ¡Socorro! - gritaba la hormiga -. ¡Me ahogo!
La paloma se dio cuenta de que tenía que actuar rápidamente para salvarla. Rompió, con el pico, una ramita del árbol donde estaba y la dejó caer junto a la hormiga. La hormiga se subió a la ramita y, flotando sobre ella, llegó hasta la orilla.
Poco después, la hormiga vio un cazador. Estaba preparando una trampa para cazar a la paloma. La hormiga se dio cuenta de que tenía que actuar rápidamente para salvarla. Así, la hormiga abrió sus fuertes mandíbulas y mordió el desnudo tobillo del cazador.
-¡Ay! - gritó el cazador. La paloma al oír el grito salió volando y se salvó.
 

Moraleja:
"Toda buena acción tiene su recompensa”.

Tomado y adaptado de Obras completas de Esopo

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