A la señora Amelia le gustan mucho los animales. Por eso, en su casa tiene un perro, un gato, un loro, dos canarios, una tortuga y también una hermosa gallina llamada Rosaura
Un mes antes del cumpleaños de Rosaura, la señora Amelia le preguntó qué deseaba de cumpleaños
La gallina le contestó que una bicicleta. Ella se sorprendió mucjo, porque nunca había visto una gallina montada en una bicicleta.
Pero como quería que Rosaura se sintiera feliz, decidió comprarle su bicicleta. A la mañana siguiente, viajó a la ciudad para recorrer las tiendas de bicicletas, pero en todas le respondían que no se fabricaban bicicletas para gallinas.
Cansada y triste, la señora Amelia regresó a su casa, pensando en lo triste que se iba a por Rosaura. Un día llegó al pueblo un hombre raro cantando y gritando:
- Reparo relojes, cajas musicales. Remiendo maracas y tinajeros, afilo machetes o cuchillos, hago patines para perros y anteojos para gatos.
Este señor puede ayudarme, pensó la señora Amelia, y lo llamó inmediatamente.
-¿En qué puedo servirle, señora? - Preguntó el hombre - ¿desea usted una cucharita cantarina, un calendario lunar, una mecedora de chocolate......?
- No - interrumpió la señora Amelia - , Yo quisiera.......una bicicleta para mi gallina....
- Mmmmm.......murmuró el hombre, una bicicleta para una gallina es algo serio. Hay que hacerla a la medida. Tengo que saber el alto de sus patas y el largo de sus alas.
Después de hacer complicados cálculos, el hombtre prometió regresar el lunes siguiente con el pedido. Y así lo hizo.
El día del cumpleaños de Rosaura, la señora Amelia hizo un enorme paquete con una cinta roja, y se la regaló con una bella tarjeta
Para darle las gracias a la señora Amelia, todas las mañanas Rosaura va en su bicicleta a la tienda a comprar pan y leche.
Adaptación. Daniel Barbot. Ediciones Ekaré